Es el conjunto de padecimientos digestivos caracterizados por una producción excesiva de ácido y pepsina que lesionan al estómago, duodeno (primera porción del intestino delgado) y esófago, ocasionando que se inflamen. Cuando existe inflamación (gastritis y/o duodenitis) de manera crónica, puede llegar a producir úlceras gástricas o duodenales.
Causas
El desarrollo de la enfermedad acido péptica y sus consecuentes úlceras, se debe principalmente a:
Infección de la bacteria Helicobacter pylori
Ingesta continúa de analgésicos y antiinflamatorios
Padecer alguna enfermedad o tumor que cause producción excesiva de ácido
Tabaquismo
Ingesta nociva de alcohol
Alto consumo de irritantes
Enfrentarse a situaciones de estrés constantemente.
Nuestro cuerpo tiene mecanismos protectores contra la acidez, como la producción de moco gastroduodenal y prostaglandinas, además de una adecuada circulación sanguínea. Cuando existe un desequilibrio entre factores protectores y agresivos, se origina dicha enfermedad.
Síntomas
En muchos de los casos, la enfermedad acido péptica puede pasar sin molestias. Cuando existen síntomas, el más común es el dolor abdominal (en boca del estómago) de tipo ardoroso y que puede variar de acuerdo al sitio de la úlcera.
Otras manifestaciones que pueden presentarse son:
Sensación de vacío o hambre dolorosa
Nausea y vómito
Dolor ardoroso en pecho por reflujo
Algunas úlceras pueden sangrar notándose en heces oscuras